#Rosario quiere Trabajar
Desde la Asociación Civil Empresaria Hotelero Gastronómica Rosario, AEHGAR, manifestamos nuestra oposición a restringir el desarrollo de las actividades laborales, dispuesto por el nuevo Decreto provincial el cual prohíbe toda circulación y actividad a partir de hoy a las 19.30hs por 14 días. Esto representa un toque de queda para la ciudad.
Uno de los fundamentos de la normativa es aumentar la prevención ante la circulación del virus, argumento que resulta inválido debido a que perjudica a espacios que ya cumplen con el protocolo pertinente para la realización de sus actividades, atendiendo a cada uno de los requisitos establecidos en las sucesivas resoluciones: distanciamiento social, límite en la capacidad de ocupación, límite en el horario de funcionamiento, turnos rotativos para disminuir la cantidad de personal, elementos de protección individual (uso de barbijos, máscaras, guantes), no uso del transporte público, desinfección continua, ventilación e higiene.
Esta medida:
- Restringe las actividades en un horario particular, a partir de las 19.30hs, como si la circulación viral se circunscribiera solamente en ese horario.
- Afecta principalmente a la gastronomía siendo que hay restaurantes y bares que únicamente abren en esa franja horaria.
- No fue informada con una mínima anticipación que permitiese la previsión necesaria (personal, mercadería, stock).
- Se aplica un viernes previo a los días de único movimiento en la actividad gastronómica.
- Se toma una fecha de cierre de mes y de liquidación de salarios.
- Se suma a la inexistencia de medidas paliativas que disminuyan las deudas acumuladas ante la catástrofe económica.
El mismo Decreto plantea que “si bien la situación no afecta a que se mantenga suficiente y adecuada la capacidad de respuesta del sistema de salud de la provincia a la demanda sanitaria, aconseja adoptar medidas más estrictas.” Esas medidas más estrictas debieran enfocarse a coordinar los procedimientos de cumplimiento ya existentes y no que eso se transforme en IMPEDIR TRABAJAR al que cumple con los protocolos.
La gastronomía está al borde del cierre definitivo de sus establecimientos y esto es el último golpe.
Desde lo institucional respetamos las leyes, pero no podemos garantizar que el privado cumpla con la no apertura de los negocios en el nuevo horario establecido debido a la extrema necesidad de subsistencia de las fuentes de trabajo.
Trabajar no es “circular y aumentar el contagio”, trabajar es un derecho.
FUente. AEGHAR