El testimonio imperdible, en primera persona, de una turista que vino por un día y se quedó mas de 4 meses por la Pandemia.

Hieu es una joven oriunda de Vietnam, que renunció a su trabajo en New York y encaró un viaje por Sudamérica para tener “la aventura de mi vida”. Vino a El Calafate por una noche, y por la Pandemia está hace mas de 4 meses.  Solo quería ver el Glaciar Perito Moreno, el que aún no pudo conocer. Pero fueron tantas vivencias que ella con convicción afirma. “Quería una aventura y la logré aquí”. 

Para ser completamente honesta, fue muy difícil para mí al principio cuando toda esta locura empezó, por muchas razones personales. Cuando trabajaba casi dieciocho horas al día, imaginaba lo bueno que sería este viaje único en la vida. Y una Pandemia claramente no era parte de ese sueño.

Estaba confundida, enfadada, triste y me preguntaba por qué me pasaba algo así. Sin embargo, después caí en la cuenta de que tenía más suerte que otras personas, estaba segura y sana.

También me di cuenta que ahora tenía mucho tiempo y esto para mí era un regalo que nunca había tenido antes, cuando trabajaba sin parar y no tenía una vida propia. Es entonces cuando decidí que era lo que era, el  Covid-19 era real y lo único que podía controlar era mi forma de hacerle frente a esta nueva situación. Respiré profundo y continué.

Pasamos el tiempo con varias actividades, cocinábamos, hacíamos  ejercicio, nos conocíamos mejor, contábamos muchas historias, compartíamos  risas y más. Cuando acabó la cuarentena para mí y podía ir a La Anónima, estaba muy feliz. Para ser honesta, aunque el gobierno de Argentina sea muy estricto y la situación sea frustrante para mucha gente, me sentía mucho más segura aquí.

He conocido El Calafate en casi todas sus estaciones y puedo decir que el verano y es muy lindo, el otoño también, pero en invierno la ciudad se convierte en un cuento de hadas. Todo está cubierto de nieve. Los cerros llenos de nieve son mágicos. Cuando la bahía se congela y todo el mundo la disfruta patinando o usando un trineo, es divertido y tranquilo al mismo tiempo.

Lago Argentino es una verdadera joya. El camino a la Cascada Congelada es tan hermoso. Sin embargo, tengo que decir que uno de mis paseos favoritos es simplemente ir a Diarco o La Anónima arriba porque la vista desde ellos es muy bonita. Además nos hicimos amigos de otros turistas y algunas personas locales (incluyendo la dueña del hostal y su familia) que son muy hospitalarios. Siempre me pregunto que cómo es que tuve tanta suerte de quedar estar varada en esta ciudad maravillosa.

Ahora, nos queda una semana aquí y aún esperamos que poder conocer el glaciar antes que irnos, es la razón por la que vinimos aquí. Sin embargo, aún incluso si no lo logramos, El Calafate es un lugar que me encanta y nunca olvidaré. Estar varada aquí definitivamente no estaba en mis planes, pero cuando todo está fuera de tu control, solo tienes que aprovechar al máximo la situación ante ti. He sido muy optimista durante este periodo y me digo a mí misma que “Siempre puede ser peor”. Sé que gané el premio gordo al estar varada aquí.

He vivido en ciudades grandes toda la mi vida y nunca pensé me enamoraría de esta ciudad tan pequeña pero tan bonita a la vez. De hecho, El Calafate tiene todo y está llena de sorpresas, los cerros, la vista, la comida (por favor denme todas las empanadas y dulce de leche cuando me vaya) y especialmente la gente. Quería una aventura y la logré aquí.

Fuente: Ahora Calafate.com

Gentileza. Jorge Yanicelli.